Luis Reyes: “No es cierto que toda la diáspora esté con Nayib Bukele”

Desde el restaurante donde ayudó a fundar Nuevas Ideas en Estados Unidos y se reunió en varias ocasiones con Nayib Bukele, este empresario de la diáspora manifiesta su decepción por cómo el ahora presidente salvadoreño rompió las promesas de gobernar de forma democrática y transparente

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Luis Reyes. Foto EDH/cortesía

Por Ricardo Avelar

2021-10-10 9:55:06

Hace 44 años, Luis Reyes emigró de San Alejo, en el departamento de La Unión, hacia Estados Unidos en búsqueda de algo que El Salvador no podía darle: un prospecto de una vida próspera y en paz.

Hoy es un exitoso empresario en la capital estadounidense, Washington DC. Desde ahí, hace pocos años ayudó a apuntalar la carrera política de Nayib Bukele, en quien confió por ser un joven que ofrecía romper con las prácticas corruptas del pasado.

Pero esa percepción cambió. Este líder de la diáspora salvadoreña fue notando, poco a poco, cómo el joven presidente emulaba algunas de las más viejas prácticas de la política tradicional. Peor aún, ha visto cómo Bukele está socavando la relación de El Salvador con Estados Unidos, país al que Reyes dice agradecerle y deberle muchísimo.

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Desde el mismo restaurante donde se fundó Nuevas Ideas USA y donde se reunió en varias ocasiones con Bukele, Reyes habló con El Diario de Hoy. En la conversación, afirmó que él y muchos otros salvadoreños en el exterior fueron amigos del presidente y creyeron en lo que les prometió. Hoy, afirma, se dieron cuenta que les vendió “humo”.

En la conversación, afirmó que él y muchos otros salvadoreños en el exterior fueron amigos del presidente y creyeron en lo que les prometió. Hoy, afirma, se dieron cuenta que les vendió “humo”. Video EDH

 

Usted estuvo con Nuevas Ideas casi desde su inicio.

Es correcto.

¿Qué lo entusiasmó en ese momento?
En ese momento, había una desencanto con los partidos tradicionales. Entonces vino Nayib y confiamos: es una persona joven, creímos que iba a venir con las nuevas ideas, es una persona muy elocuente, decía lo que las personas querían escuchar y fue así como nos involucramos y nos entusiasmamos con su mensaje.

¿Qué les dijo que les entusiasmó?
Él se atrevió a criticar a los políticos tradicionales de derecha y de izquierda. Además prometió que podíamos ser un país moderno, próspero, con oportunidades para todos. Nos entusiasmó la idea de tener un país donde emigrar fuera una opción, no una obligación como nos tocó a finales de los setentas y ochentas a nosotros.

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Nos ofreció trabajar de la mano de Estados Unidos. Nosotros vivimos agradecidos con este país porque nos ha dado la oportunidad de vivir, crecer y superarnos, cosas que no encontramos en el nuestro. Mire lo que tenemos ahora: hay un antagonismo, nos quiere poner en contra de Estados Unidos con sus mensajes, con sus tuits, con el desprecio que le hacen a la embajadora y a los congresistas. Esto para mí es inaceptable.

Luis Reyes reconoce que consideró a Bukele un amigo y creyó en él, pero ahora afirma que solo les vendió “humo”. Foto EDH / Archivo

¿Qué hay de su forma de gobernar?
Nos está llevando por un camino equivocado, de violaciones y el desmantelamiento de las instituciones y la democracia. No era lo que esperábamos, no esperábamos un incremento a las fuerzas armadas en un país empobrecido. En lugar de contratar más maestros y médicos, crear más militares no es el futuro. Deberíamos copiarle a Costa Rica, país democrático. Chile no necesita visa para Estados Unidos y nosotros, cada día son 300 salvadoreños que salen huyendo. De eso nadie dice nada porque lo quieren esconder, pues es un desprestigio para los gobernantes que estén expulsando a lo mejor que tiene el país, sus jóvenes.

¿En qué momento se dio usted cuenta que el presidente no era lo que ofreció?
Fueron varios eventos, no puedo decir una fecha. Pero nos dimos cuenta muchos que no transitábamos por el camino democrático. Incluso para las primarias, impusieron candidatos que el pueblo no quería y quitaron los que sí quería.

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¿Tiene algún ejemplo?
El caso de San Miguel. Los migueleños no querían al candidato que ganó la alcaldía, a él lo impusieron. Y ahí lo tienen para pagar favores o amarres políticos, que ha sido la tradición de nuestro país. La política vieja criolla de hacer pactos con el diablo si eso los lleva a conseguir algo. Eso a muchos de nosotros nos fue decepcionando. Y se están quemando todos los puentes con países amigos, ya Nayib debe darse cuenta que está cruzando una brecha que no debe cruzar, incluso en países ya no lo reciben en visitas oficiales.

Y muchos damos nuestra opinión, sanamente lo decimos. Yo quiero seguir viajando a El Salvador, pero da miedo que se está convirtiendo en una dictadura donde los que vierten su opinión son mal vistos y nos enfrentan entre salvadoreños. Somos hermanos y deberíamos ver en pro del país.

¿Cree que se está debilitando el apoyo de la diáspora al gobierno?
Se está debilitando. No es cierto que toda la diáspora esté con Nayib Bukele. Hay muchos que ya se han dado cuenta que lo que estamos viendo no era lo que esperábamos cuando nos unimos a Nuevas Ideas. No es cierto y cada día va deteriorándose más y más.

¿Tienen miedo del pleito de Bukele con Estados Unidos?
Hay un temor. Los que quieren regular su situación migratoria están preocupados. El gobierno de El Salvador también ha dejado solos a los tepesianos, no ha abogado por ellos. Gracias a las organizaciones se ha estado luchando ante el Congreso y senadores para regular la situación migratoria, pero el pleito estéril de Nayib no trae buenas consecuencias. Va a traer persecución en todos los ámbitos: políticos, económicos. Queramos o no, Estados Unidos manda en las entidades financieras, como el Fondo Monetario, el BID, el Banco Mundial y a El Salvador creo que le va a costar conseguir financiamiento. Pero en vez de mejorar, va empeorando con su retórica antiamericana.

Él habla de soberanía y no ser patio trasero. ¿Cala ese mensaje aquí?
No. Solo cala con sus bases y otros aplauden a sabiendas que aplauden algo equivocado porque quieren guardar sus empleos o su cercanía con el gobierno, pero nadie en su sano juicio puede creer en despertar ese nacionalismo. Está equivocado y ese nacionalismo no lo va a despertar, peor contra Estados Unidos, país que nos da de comer. Ojalá no se le ocurra a Estados Unidos restringir las remesas si Nayib sigue en su esfuerzo. Eso no lo queremos, tenemos familias que lo necesitan, pero se podría dar como lo han hecho con algunos países.

Serían los más vulnerables los afectados. ¿Cree que Nayib Bukele gobierna para ellos?
De ninguna manera. Gobierna para su ego. No sé en qué está pensando, gobierna para consolidarse, para seguir al frente de El Salvador de una forma autoritaria y su sueño es permanecer en el poder por muchos años.

¿Hay un esfuerzo de organizarse contra estos abusos?
Es lo que va a pasar. Va a ser al revés de lo que se hizo con la euforia de Nuevas Ideas. Podría haber un esfuerzo para concientizar y movilizar a la gente en El Salvador. Escuché algunas quejas de que las protestas recientes eran financiadas por Estados Unidos, la iglesia o no sé quién. Eso no es así. Pero además, para las movilizaciones de Nuevas Ideas el transporte era pagado 100% desde Estados Unidos. Se pagaba pancartas, refrigerios, movíamos gente de todo El Salvador en aquel momento. Hoy podría pasar lo mismo desde el exterior, financiar estos movimientos que tienen legítimo derecho de ir a manifestarse, de expresar lo que ellos creen que no está correcto.

¿Y hay potencial de movilizar fondos y personas?

Paulatinamente, eso va a ir sucediendo. Y va a ser como se hizo con Nuevas Ideas, de persona a persona, poco a poco.

Cuando la diáspora se activa, ¿es en contra de Nayib Bukele?
En contra de las políticas de Nayib Bukele, del desmantelamiento de la democracia, la usurpación de poderes. Ahí están los vídeos, Nayib se quejaba antes de que debía haber separación de poderes. Se quejaba que la Asamblea solo acata órdenes de la cúpula y gremiales, pero ahora es peor porque solo atienden a una persona. Hoy no se mueve un dedo si Nayib no lo ordena, caímos en una situación peor.

Para alguien que ha luchado por El Salvador, ¿qué significa que estemos al borde de perder la democracia?

Yo pude haberme quedado callado, no decir nada, quizá estar cerca del gobierno, pero hay algo más allá: mi dignidad no me lo permite. Esto quizá me traiga consecuencias, pero lo que estoy hablando viene de mi derecho de expresar mi preocupación por mi país.

Nayib debe entender que esto lo hacemos por el bien de El Salvador y debería saber que fuimos amigos y esperábamos que él dejara un legado como un presidente inteligente, joven, dinámico. Pensamos que iba a venir con nuevos proyectos, pero realmente lo que nos vendió fue humo, nada de sustancia.

Con un tuit anuncia que abrirá la mejor biblioteca del mundo, aplaudo, pero debería haberlas en los 14 departamentos, no una en San Salvador para enseñarla de trofeo político. Hay un desencanto, una decepción, pero vamos a seguir hasta que nos escuchen. No somos enemigos de Nuevas Ideas o Nayib Bukele, solo vertimos nuestras opiniones.

Si pudiera enviarle un mensaje a Bukele, ¿qué le diría?
Que debería seguir el camino que prometió cuando vino a los Estados Unidos, esos principios democráticos deberían guiarlo. Que debería acercarse a Estados Unidos, respetar la separación de poderes, no venir y destituir a los magistrados o al fiscal que le incomodan y poner unos a su medida. Aquí en Estados Unidos, nosotros nos acostumbramos a vivir en democracia y es lo que deseamos para nuestro país.

¿Cree que todo está perdido?
No es tarde para que deje un legado que la gente recuerde, no como un hombre que vino a destruir la poca democracia y burlarse de los Acuerdos de Paz y lo que sucedió en nuestro país, de los muertos que se pusieron.
Eso es decepcionante y triste para los que vivimos la guerra o cuyos familiares murieron o desaparecieron en ese periodo oscuro. Según Nayib, cuando él entró, nació la democracia y es un país que se está modernizando, pero todo eso no sucede si no hay obras. Él solo ha inaugurado obras que estaban iniciadas ya.

Pero vamos a seguir soñando con un mejor El Salvador. Yo pensé que la tercera iba a ser la vencida. Tuvimos la primera, no dimos pie con bola. Volvimos una segunda vez y fallamos. Y a la tercera nos volvimos a equivocar.