El emprendimiento se ha convertido en una necesidad imprescindible en la España vaciada y en los territorios rurales con creciente despoblación, según coincidieron los participantes en un work café organizado por LaInformacion.com, en colaboración con la Empresa Nacional de Innovación (Enisa). El encuentro 'Emprendedoras: pieza clave de la España vaciada' contó con la intervención de José Bayón, CEO de Enisa; Inés Sagrario, cofundadora y CEO de Ekonoke; y Anna Sirvent, fundadora de Taüll Orgànics, que dejaron muy claro como la puesta en marcha de iniciativas innovadoras en el mundo rural puede ser una palanca fundamental para el desarrollo y la recuperación de las zonas más despobladas.
Bayón afirmó que el emprendimiento y la innovación “son fundamentales en nuestras ciudades y en los centros de innovación y conocimiento científico, pero también en la llamada España vaciada”. En este sentido, apuntó las nuevas posibilidades que ofrece “la digitalización y la transformación ecológica, sostenible y energética, que han cambiado el horizonte y la perspectiva de esa España, que cada vez tiene más oportunidades”. Así lo entiende el Gobierno de España, según apuntó, “que ha dotado a Enisa, un instrumento público, de más medios, recursos y líneas para apoyar el emprendimiento rural y el femenino”.
Inés Sagrario, de Ekonoke, una empresa de agricultura vertical que produce ingredientes naturales localmente y que garantiza la sostenibilidad y la fiabilidad del suministro desarrollando soluciones agrícolas resilientes al cambio climático, afirmó que “es necesario empezar a reflexionar, tomar conciencia y actuar sobre todas aquellas cosas que todavía se pueden hacer” para impulsar el emprendimiento en las zonas rurales. En esta línea, abogó por “un emprendimiento que combine ciencia y tecnología, en el que las mujeres tengan un importante papel que jugar, tanto en ciudades medianas como en pequeños pueblos y zonas rurales, y en el que se puedan combinar todos los factores necesarios para aportar soluciones”.
Por su parte, Anna Sirvent, fundadora de Taüll Orgànics, una firma que elabora productos a partir de las plantas medicinales que cultiva en alta montaña del Pirineo, incidió en la importancia del emprendimiento fundamentalmente en la España vacía, como “uno de los recursos imprescindibles para volver a llenarla, creando dinamismo, economía y tecnología”.
Apoyo a la innovación
El CEO de Enisa destacó que actualmente nos encontramos en “un momento de cambio y revolución”, en el que la innovación y el emprendimiento marcará “cómo saldremos del mismo”. A continuación, aseguró que España ha crecido mucho en los últimos años y ha consolidado un sistema emprendedor, en el que nunca se había apostado, invertido y regulado tanto como ahora. “Hemos multiplicado por 5 la inversión, tanto extranjera como nacional, en startups durante los últimos 6 años; hemos crecido sustancialmente y hemos sido el país de la zona euro que más rápido ha recuperado el TEA (tasa de actividad emprendedora, que mide todas las iniciativas de menos de tres años y medio que existen en un mercado), después de la pandemia. Además, vamos a ser el primer país en tener una ley específica de startups, que a finales de este año estará en el BOE. Somos el segundo fondo más grande de Europa, después del alemán, en Next Tech (para acelerar el desarrollo de proyectos digitales de alto impacto y la inversión en empresas en crecimiento). Y nuestro Ministerio de Industria invierte más de 4.000 millones de euros en el plan de recuperación”.
En cuanto al emprendimiento en el mundo rural y femenino, señaló que éste ámbito constituye dos de los cuatro objetivos principales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que se centra en actuar sobre la digitalización, la sostenibilidad, la brecha territorial y la brecha de género. Y se refirió a dos líneas específicas con las que trabaja Enisa: la de AgroInnpulso, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; y la de Emprendedoras Digitales, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (MINECO).
Por otra parte, Bayón apuntó que, aunque el emprendimiento femenino en España está ligeramente por encima del masculino (un 5,6% frente a un 5,4%), solo un 20% de los proyectos tecnológicos de nivel medio y alto están liderados por mujeres y la financiación que llega a ellos se limita al 1% del total.
Proyectos pioneros
Inés Sagrario comenzó cultivando lechugas y flores comestibles y, posteriormente, junto a otros emprendedores fundó Ekonoke. Según explicó, “los primeros pasos de la empresa no fueron fáciles, aunque continuamos avanzando durante cuatro años”, cuando llegó el primer apoyo que recibimos, que fue el de la Empresa Nacional de Innovación. “Enisa nos dio un balón de oxígeno que necesitábamos, porque no es fácil contar con ayudas y nos estaba costando mucho conseguir financiación bancaria”.
Anna Sirvent, fundadora de Taüll Orgànics, inició su proyecto en el Pirineo, motivada por un objetivo de sostenibilidad, y centrándose en una serie de plantas “que solo se dan en alta montaña y que son medicinales”. Según explicó, “no queríamos que se murieran, por lo que decidimos invertir en agricultura, plantar flores y establecer una base científica para la mejora y repoblación silvestre”. En la actualidad, cuentan con una cartera internacional de clientes que les demandan sus productos, lo que les permite aportar a la zona una riqueza alternativa a la ganadería. “Para que un territorio no se vacíe hay que darle recursos que le permitan mantenerse vivo y generar riqueza”.
Distintas alternativas
Los tres ponentes coincidieron en afirmar que existen alternativas para llenar la España vacía con proyectos de emprendimiento, que pueden comenzar con una necesidad para convertirse, a continuación, en una oportunidad de negocio. Según Bayón, “tenemos que cuidar el territorio, trabajarlo y avanzar en la transformación ecológica y energética, combinando en ello muchos actores”. A su juicio, “el mundo rural está viviendo una nueva etapa, muy diferente a la de hace 10 años cuando el éxodo era la única opción”. Una nueva etapa que está siendo apoyada por algunas medidas de apoyo, como las relacionadas con la política fiscal, y en la que la necesidad de sostenibilidad y de combinar cada vez más la vida urbana con la rural están generando nuevos proyectos.
No obstante, Inés Sagrario advirtió que en este proceso de cambios en la España vaciada existen ciertos desajustes como la falta de servicios, que generan algunos “dolores de crecimiento” y provocan situaciones complicadas. Por eso, Anna Sirvent afirmó que es necesario “repensar los servicios, compartir algunos y crear obradores y laboratorios pequeños en las zonas rurales, apostando por la ciencia y la tecnología como base de los negocios”. Mientras que Bayón recordó que nuestro país cuenta con algunas ventajas a la hora de desarrollar servicios de calidad e infraestructura tecnológica. “Somos el país de Europa que tiene más despliegue de fibra óptica y estamos avanzando mucho en 5G, lo que generará más posibilidades en todos los territorios; además, contamos con importantes infraestructuras como la alta velocidad, que ahorra tiempo y acerca a las personas”.
Además de las ya expuestas, los ponentes apuntaron diversas fórmulas de emprendimiento con futuro en el mundo rural, relacionadas con la ciencia, la tecnología, la investigación, la digitalización y el tratamiento de datos; así como con la energía, entre ellas soluciones como la biomasa, la geotermia y los sistemas combinados de renovables. Además, destacaron la importancia de aumentar la conexión y relación entre diferentes profesionales y especialistas. Y, por otra parte, abogaron por una mayor agilización de los trámites administrativos y financieros.
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